viernes, 26 de agosto de 2011

La cámara digital despertó nuevas vocaciones por la fotografía

La popularidad de las cámaras fotográficas digitales y el hecho de que son cada vez más accesibles para el usuario novato han generado un notable incremento de la vocación por la fotografía.

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miércoles, 24 de agosto de 2011

De qué hablamos cuando hablamos de Cultura


Todo plan de gobierno en materia de cultura debe partir, justamente, del concepto de cultura a manejar, no sólo para dejar en claro de qué se está hablando y que todos los involucrados se entiendan entre sí, sino, fundamentalmente, porque este concepto surge de una postura filosófica subyacente que determina los objetivos y metas a alcanzar.

Una abrumadora mayoría de políticas culturales encaradas por los gobiernos argentinos a todo nivel (municipal, provincial, nacional), aún en la actualidad, parten de un concepto iluminista de cultura desarrollado a principios del siglo XIX. Este concepto asocia la cultura con la acumulación de saberes. Popularmente se sostiene que alguien es culto porque posee una cantidad determinada de conocimientos. Así, quien sabe mucho sobre pintura, literatura, o algún otro arte o campo científico es catalogado como culto.

El peligro de acordar con esta definición de cultura es suponer que existen sectores poblacionales más evolucionados o superiores que otros. El concepto iluminista de cultura supone que todos los pueblos y todos los hombres deberían llegar, tarde o temprano, a adquirir las pautas y valores culturales de la Europa decimonónica. Justamente esta idea justificó la colonización europea.

Este ideal de cultura viene asociado al concepto de civilización, palabra que deriva del latín civis, cuyo significado se vincula íntimamente con el concepto de ciudadano, en oposición al hombre “primitivo” o “salvaje”. Civilizar al “salvaje” fue el fundamento del humanismo colonial. La antropología marcó más tarde el carácter etnocéntrico de estas miradas, o mejor dicho el carácter eurocéntrico, postura que ha dominado hasta el presente a quienes pretenden traer la “civilización” a la “barbarie” argentina desde la función pública.

“La cultura debe ser considerada como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o a un grupo social y que abarca, además de las artes y las letras, los modos de vida, las maneras de vivir juntos, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias” (Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, Unesco, 2001).

En este sentido el concepto de cultura incluye la totalidad de las realizaciones humanas y sus modos de concebirse. Por eso, incluimos en él los modos en que comemos, nos vestimos, las reglas de comportamiento social, la posesión de ciertas ideas políticas. Es decir, todo lo que hace a la vida de los hombres, incluidas también, por supuesto, las manifestaciones estéticas. De esta manera, podemos hablar de cultura tangible y cultura intangible.

La cultura tiene una gran capacidad de adaptabilidad: está siempre cambiando y dispuesta ha acometer nuevos cambios; por lo que la primera y principal función es adaptarse y conseguir la continuidad a través de los individuos nuevos.

A partir del modo en que los hombres van encontrando las diferentes formas de entenderse a sí mismos, es que se van estructurando las sociedades y van entrando en el campo de la cultura el lenguaje, el modo de organización económica, las relaciones sociales, las creencias, los valores, lo que está bien y lo que está mal, las leyes y los tipos de sanciones para quien las transgreda, etc. Por lo cual la Política, por ser una necesidad del ser humano para vivir en sociedad, es una expresión de la cultura. Por ende, todo gobierno que pretenda ser en beneficio del pueblo debe priorizar el área cultura para una mejor socialización de los individuos y para reafirmar la identidad que tenemos como pueblo.

La globalización entraña múltiples problemas en virtud de que la información está descompensada respecto de los individuos. “Sabemos más de lo que ocurre en los Estados Unidos que sobre lo que pasa en nuestro país. [...] Estamos más informados de los acontecimientos de las personas «importantes», pese a ser irrelevantes, que de los acontecimientos que afectan a millones de personas «no importantes»” (Josep-Vincent Márquez. No es natural. Para una sociología de la vida cotidiana. 1982). Trayendo esto al ámbito de Gualeguaychú, carecemos de una correcta difusión de la producción cultural local al tiempo que conocemos toda la producción de los “famosos” o “mediáticos” de Buenos Aires, u otras grandes ciudades.

Por lo tanto, lo que debe garantizar un gobierno local es rescatar, valorizar y sostener las manifestaciones de la sociedad poco difundidas o menospreciadas por un concepto decimonónico y eurocéntrico de cultura a fin de colocarlas en el mapa cultural y hacerlas visibles.

Raúl Albanece
Gualeguaychú
Candidato a Concejal
PS – CC ARI

Cinco tips para innovar como Disney

Walt Disney ha sido una de las personas más creativas que han existido, dentro y fuera del mundo del espectáculo. De acuerdo a algunos investigadores de su obra, eso podría haber sido el resultado de una particular forma de funcionamiento de su psiquis.

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