miércoles, 13 de enero de 2010

Teoría del color

(c) Lic. Diana de Vasconcellos (Rosario, Argentina) dianadevasconcellos@hotmail.com

La amplitud que se ofrece en la investigación del campo del color, nos lleva como consecuencia a una confusión en el tratamiento de los conceptos, expresándolos a través de un vocabulario ambiguo y cambiante.

De manera que, me vi en la obligación (por la experiencia de 30 años de dar taller e investigaciones propias) para dar estos cursos de Teoría y Análisis del Color, a utilizar una terminología clarificadora tanto en la teoría como en la práctica.

El Color debe contar con un sistema de aprendizaje universal y no antojadizo, según el docente que esté a cargo de la cátedra. Ordenar el caos de nuestros conocimientos, implica contar con una mayor libertad de expresión y seguridad a la hora de plasmarlo en una obra. Esto se logra únicamente a través del conocimiento profundo del tema, práctica y errores (pues de los errores es en donde más se aprende).

La investigación que se efectúa, deriva del método de la cuestión sometida al análisis puesta en principio en duda; para luego confrontarla con la experiencia y convertirla en demostrable y verificarla. De este modo cada afirmación de una teoría tenida por válida es debatida en relación al razonamiento que surge de la experiencia práctica o sea de los ejercicios esclarecedores que se dan en éste curso.

El lenguaje común es orientador y responde a la experiencia colectiva que heredamos, con la única intención de su practicidad. Si bien en el Curso se les brinda la terminología correcta y su relación directa con los conocimientos ya adquiridos por cada alumno, sumado al bagaje que trae cada uno, respuestas esclarecedoras.

Existe mucha bibliografía sobre el tema “El color”; pero ninguna es lo suficientemente completa, su contenido es confuso, utilizan términos abstractos y aceptan determinados puntos de vista, ignorando el resto. Por lo tanto, bajo estas restricciones nos limitan a todo lo que es fácilmente demostrable o verificable en un ejercicio práctico.

Por esto se hace indispensable centralizar la enseñanza de una investigación del color, aceptando toda teoría pero con sentido de autocrítica y sometida a una comprobación práctica.

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